Tradicionalmente las inmobiliarias han venido cobrando sus honorarios en función de la dificultad que tenga la operación. Así, cuando hay mucha demanda de alquiler de vivienda habitual se cobraban los honorarios, por regla general, al arrendatario, y cuando la demanda cae, se le han venido cobrando al arrendador.
¿El motivo?
Sí es fácil arrendar una propiedad, el propietario lo hará por su cuenta y no querrá pagar honorarios, por lo que las inmobiliarias con el fin de captar propiedades deciden hacerlo cobrando sus honorarios al arrendatario, quien a su vez estará dispuesto a pagarlo debido a la alta demanda existente y escasa oferta.
Por otro lado, ha habido inmobiliarias que cobran honorarios a ambas partes: al arrendador y al arrendatario.
Quién paga el contrato de alquiler, ¿el inquilino o el propietario?
En la actualidad hay mucha confusión sobre el tema: ¿quién paga el contrato de alquiler de vivienda habitual, el inquilino o el propietario?
Según el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, los gastos de gestión inmobiliaria y de formalización del contrato son a cargo del arrendador. Esto significa que el arrendador debe pagar los honorarios de las agencias inmobiliarias o cualquier otro gasto relacionado con la gestión del arrendamiento.
No sucederá lo mismo con los arrendamientos de locales comerciales, que en este caso no se podría aplicar lo contemplado en dicho artículo 20, y las agencias inmobiliarias podrían negociar sus honorarios libremente.